Karen Hermosilla (Santiago, 1983), poeta, periodista y activista política. Colaboradora permanente de diversos medios de comunicación, entre ellos The Clinic, El Mostrador, Punto Final, El Ciudadano, Clarín, entre otros; ha publicado los libros de poesía Gesto mecánico (Ediciones Cataclismo, 2009) y Poeta chilena dispara (La Liga de la Justicia Ediciones, 2013). Actualmente es directora de VeoVerde.
Pasaje III
La ilusión me arde como poesía en el lomo bruto y
no quiero verme fea, babosa, vagabunda; locuaz
gallina cloqueando, castigada con la locura, encinta
de la noche amedrentada porque hay andrajos,
órganos virulentos y desmontados, animales
sometidos, máquinas succionadoras
mastitis en las ubres de la vaca sagrada
ponzoña en la sangre de los pollos que saben a
pescado afiebrado por el virus Isa, piojoso, en un
leprosario en el fiordo de Aysén.
La reducción binaria, la emancipación doliente de
los sentimientos sublimando lo femenino, el
descompromiso ribonucleico de dos gametos
divorciados por culpa de la simiente vertida en la
espectacularidad de un bukake japonés.
La deuda, ataúd de las diásporas, guillotina de los
viajeros, alcaide de las cárceles llamadas países, el
macho adolescente y su fuerza pendular hacia el
macho anciano, bipolar entre la juventud y la
vetustez como los zapatos escolares de los niños
del norte
desconsoladosdesoladosdegollados
por las nigromancias simbólicas de Moisés
y sus Tablas de la Ley:
los padres con sordera, nada más llegan
cuando el grito se ahoga en una estrafalaria pirueta.
“!!!¿Por qué me has abandonado?¡¡”
me sacuden las sombras,
tiznada y clandestina como un tren que carga
pichones que huelen a lluvia; rugiendo en la
pretensión de ser sacerdotisa o la madre de mi
madre.
Mi vientre es un cuero duro manando sangre,
emprendiendo
la jornada dura de la genital mortaja.
Y yo, poeta chilena dispara, tenía la idea de que los
fuegos del volcán más alto de Chile me crisparía las
vísceras
pero no hirvió en mí la época de ser Generala de la
Internacional Situacionista, o como tú, buena
poeta, poetisa! Generala Sandinista
Y la idea de súper estrella de Chile y de fuego se
desmigaja, sin que una paloma se tiente,
haciéndome tránsito hacia los calados del
equinoccio.
Es la noche del mundo la que me llevo a cuestas
es el páramo de la luna desnuda en el alba inmóvil,
el que me ataja
en un duelo Perpetuo. Terrorista.
Es la lengua la que se me cae a pedazos por una
enfermedad endocrina sentenciada
y untando con pepas de sandías
las zarigüeyas que roen las lentejas en mi garganta,
la fuerza de los fuertes me recuerda que
rencoroso
sólo cuida a rencoroso
y me resigno en la vereda del olvido, o del
CRIMEN
y la memoria de ginebra me vomita el culo en un
paraje desconocido,
voraz como la boca de un lobo atrapado en la
trampa del cuchillo sangriento.
Sin réplicas ni macabros dioses, los clásicos
impecables los pongo entre renglones.
Mi perdida cromosomática habita en el pánico a lo
romántico.
Se me frunce el entrecejo misionero, cursi
enamorado,
con gusto a limonada caliente deshidratada dentro
de un sachet postmoderno,
marketeado con una pegajosa sigla con diéresis.
Mis ideas penetradas por los cuernos, por los
cuervos, por las crestas espantosas
evadidas por la esperma, me recuerdan que
recuerdo
¡es la nostalgia un denso trauma llenando el vacío!
(De Poeta chilena dispara)
A VÍCTOR
Y siempre en las manos el poder
En las manos
En las manos abiertas, en las manos que estrechan
En las manos que luchan para vencer.
Pero nos quebraron los diez dedos como se quiebran diez palomas, como se quiebran diez copihues, los 10 últimos de Chile...
Y en el tiempo blasfemado ya escrito por la escena estaba la corta y filosa salvación distópica y cruel, la tecnológica y primitiva, la ortopédica y asesina.
Esa del superagente Cobra con su mano bazuca intergaláctico
La de Videodromo con su mano pistola reptiliano
Y no temas oh hermano. No temas flor de la quebrada con tus 10 pétalos amarillos
No matarás a tu hermano
No te matarás a pesar del fin de tu linaje
No temas, porque tus manos seguirán siendo manos...
Esas limpias, esas abiertas, esas que estrechan, que luchan para vencer.
Seamos manos madreselvas en guerrilla, seamos dedos que fundan en la tierra la semilla del cariño, de la nutrición parturienta de un país real que venga como una niña naciendo.
¿QUÉ HAY DE NUEVO BAJO EL SOL QUERIDO HEGEL?
Desterramos la provincia de las grandes urbes
donde nos encerramos a trabajar para tener algo de dinero
dejando a la naturaleza allá lejos,
tras las murallas de institutos, escuelas, colegios, liceos y universidades
todas público-privadas
(el pacto faustiano de la Era de la Concesión del Estado Subsidiario)
que nos convirtieran en peón-ingeniero, peón-poeta, peón-abogado, peón-diputado, peón presidente, peón-vendedor y toda clase de peones- servidumbre del viejo y conocido amo
Nos endeudamos y gastamos lo poco que tuvimos entre manos para ser educados en el sistema, con la escolástica del procedimiento y en la pedagogía del capital
Y ¿qué hay de nuevo bajo el sol querido Hegel?
En absoluto el absoluto
Solo partes, periodos, modas que se acomodan como un pelaje sobre nuestra piel pelada cubierta con plásticos filamentos polimorfos en un puzzle inabarcable de accesorios y chillidos
Fetiches, mascaradas, fachas, exteriores pintarrajeados con pinceles cobrados con usura.
Sin posibilidad de análisis y menos de síntesis
En un embrollo in crescendo, monstruoso
somos un tumor maligno girando
como bola de nieve sobre la masa mamarracha
sobre y sumando más y más mamarrachos
llenados en su nada de artificio
sin cultura, sin alma
solos
haciendo un pastiche de grasa
girando como una masa mamarracha
defendiendo su rol de peón profesional en cualquier función
De tanto colores y diversidad y fracturas y traumas e ideologías mezcladas en la modasomos una bola que gira en su revoltijo con el horrible color nude de la piel humana
Con una “mente”
Supuestamente creativa, dueña de su historia y su futuro
Y ¿qué hay de nuevo bajo el sol querido Hegel?
En absoluto el absoluto.
Secretamente esperamos que el universo y su naturaleza sea la que cree nuevos contextos
Que la revolución sea protagonizada por huracanes, terremotos,meteoritos extraterrestres…
o cualquier tragedia que de vuelta la rueda del universoy nos haga caer de bruces hasta hacer un río de sangre que se desperdigue por las galaxias
Tanta teoría, tanto estudio volcado en contra de los saberes perpetuos, tanta soberbia negacionista del salvajismo
en el empate perpetuo empantanados sin dialéctica, sin contradicción
Humanos demasiado humanos, enfermos de humanidad, con el artificio hasta el hueso de la hipófisis, derrumbados en nuestra fe en sí mismos...
Educados en el sistema, con la escolástica del procedimiento y en la pedagogía del capital
Somos un tumor maligno girando como bola de nieve sobre la masa mamarracha
supuestamente “creativa” dueña de su historia y su futuro
que responde al viejo y conocido amo
Y ¿qué hay de nuevo bajo el sol querido Hegel?
En absoluto el absoluto.
(Textos inéditos)