

Ana Baeza es profesora de literatura de la Universidad de Chile e investigadora en esa misma casa de estudios. Se licenció en la Universidad Católica. Allí a traves del profesor Domingo Roman tomó contacto con los payadores Pedro Yañez, Cecilia Astorga y Manuel Sanchez. Desde entonces sigue la actividad de estos artistas como fan, investigadora y alumna. En 2002 publica Pablo, décimas por la infancia de Pablo Neruda, reeditado en 2009 y 2011 por MN. En 2012 publica De la Rosa a la Violeta (versos por la amistad en la poesía), ficción poética sobre Rosa Araneda y Violeta Parra, dirigida a público infantil. En este momento prepara la publicación de Qué será que rima ahí, libro de adivinanzas en décimas escrito con apoyo de una beca Fondo del Libro 2013. En los últimos tres años ha estado dedicada a una investigación sobre mujeres decimistas en América Latina y a seguir escribiendo poesía. Los poemas que publicamos aquí corresponde a su libro inédito Teófila.
Poemas de Teófila
TEÓFILA
Dios siempre cobra caro sus derechos de autor
VERSO A LA MUERTE DE MI PADRE
Soñé que lloraba y lloraban todos los que estaban conmigo.
Estábamos en la casa de alguien. Solo un cuarto de madera donde había una estufa y café.
La casa de alguno de nosotros.
Cuando él me vio llorar se conmovió también.
Por su expresión, supe que sentíamos la misma pena.
Le costaba hablar y me preguntó que dónde le habíamos puesto.
Alguien le contestó: por aquí, ven a verlo.
Él no podía contener las lágrimas, ninguno de nosotros lo había visto así
antes.
Supimos cuánto amaba a su tío.
En voz baja comentaban: ¿Por qué no lo salvó de la muerte?
¿Cómo es que no vino a curarle como a los otros?
Soñé que sentíamos la misma pena.
El llegó al lugar que le dijeron
Y ese lugar era una cueva tapada por una piedra.
Y mi tía Marta le dijo: Ya hiede, han pasado cuatro días.
-ya te había dicho yo lo difícil que es creer- contestó.
Y la Gloria fue con él.
Entre varios, quitaron la piedra, miraron al cielo y cantaron pidiendo por la
lluvia.
El que canta su mal espanta – predicó-
Y en la calle todos se acordaron de cantar.
Soñé que él me amaba y podía reconocer mi dolor.
Entonces fue cuando gritó: Lázaro, sal fuera.
Salió el muerto y de pronto, lo cargaba yo en mis brazos
Como a un niño envuelto en pañales blancos.
Su cuerpo, delgadito tras la larga enfermedad, no pesaba nada.
Tenía el rostro demudado por las drogas que le daban en el hospital.
Le pedí perdón por sacarlo de su plácido sueño.
Me dijo que sí, que me perdonaba.
Y me sentí resucitar.
VERSOS POR CREACIÓN
En el caos no hay error
No cabe lugar a dudas
No existen verdades crudas
Tal vez mentiras de amor…
En el caos no hay error
Es la realidad de facto
Bien terminado artefacto
Es un divino proyecto
Es totalmente perfecto
Es infalible y exacto
GLOSA CON CUARTETA DE JUAN BUSTAMANTE DE ALHUÉ
El arroyo cristalino
Nace de la cordillera
Murmura cuando se acerca
El despertar matutino.
El primer día del mundo
Se hizo luz sobre la tierra
Así se acabó la guerra
De lo alto y lo profundo.
Y nació el mar errabundo
Con sus criaturas vino.
De enorme varón marino
Emerge rara serpiente
Conversa con la corriente
El arroyo cristalino.
Glisando por humedales
Va desprendiendo su huevo
Este es un latido nuevo
Que multiplica los males.
Andando por arrabales,
Pierde su vida la fiera,
Pero su piel recupera
Vuelve la bicha a vivir
Ya se escucha este gemir
Nace de la cordillera.
Llega entonces a los pies
De árbol del conocimiento
Hermoso y verde portento
En el jardín del creer.
Hay parada una mujer
Que la contempla de cerca
Ondula ciega la perca
Hacia esa que era mi hermana
“alcánzame esa manzana”,
Murmura cuando se acerca.
Escucha Eva con trabajos
Moverse a aquel animal
Con tranquilidad glacial
Lo tomará por los bajos.
Le tiende todos los gajos
De esos frutos clandestinos
Y le ofrece mis destinos,
Al atravesar el tiempo,
Tomando conocimiento
El despertar matutino.
Madre de todas la ciencias
Que al hombre abriste los ojos
Probaron tus labios rojos
El fruto de la conciencia.
Como en edad de inocencia
El niño lleva a su boca
Todas las cosas que toca
Para descubrir el mundo,
En el lapso de un segundo
Fuiste Dios por estar loca.
EL ARCA DE NOÉ
Yo soy una oveja negra
Yo soy el gato rayado
Soy el cachorro alocado
Soy golondrina que alegra.
Yo soy la hormiga que integra
Ejército de elefantes
Yo soy esa fiera de antes
Yo soy hembra parturienta
Yo soy la tortuga lenta
Y la lora que le cante.
Yo soy leona con melena
Soy un chanchito lechón,
Incansable moscardón
Y misteriosa sirena.
Con sangre fría en las venas
Yo soy cascabel cantora,
Yo soy la araña pancora,
Roja cual cresta de gallo,
Exótico papagayo
Soy gallina ponedora.
Yo no soy gato por liebre
tampoco soy un leopardo
Ni avestruz que me le guardo
Bajo tierra por un quiebre.
Ya verán cuando me encebre
Con muchas rayas de loca
Abrir corral de las ocas
Soltar las aves al vuelo
Montar un caballo en pelo
Y migrar junto a las focas.
Y yo soy aquella gata
Que andaba bajo la lluvia
En esa época fui rubia,
Pero una araña me mata.
Mi segunda vida es lata
Salvo por un chimpancé.
Y me mordió un yacaré,
Mas yo sigo en la milonga,
Pues allí donde me ponga
Yo voy a caer de pie.
Yo soy mono con navaja
Con un olor de pantera
Soy un pez en la ribera
De ese río que no abaja
Yo soy ternera en la paja
Rumiando sus pensamientos
Soy gaviota contra el viento
Y lechuza bien despierta
Yo soy cervatilla incierta
Y soy un gato violento.
También soy la viuda negra
Porque soy la peor de todas
Y es que después de mis bodas
Más el hambre se me alegra.
Yo soy víbora que integra
La especie más deslenguada
Doblemente emponzoñada
Veneno dulce y fatal
En todo el reino animal
Solo yo fui condenada.
(Textos inéditos)